La contribución de la economía digital en España se ha acelerado en los últimos años: en 2020 representó más del 22% del PIB, un 3% más que en 2019, según recoge la segunda edición del informe “Economía Digital en España” realizado por Adigital con Boston Consulting Group y presentado en febrero de 2022. El impacto directo de la economía digital se sitúa en el 10,9%, y se consolida como segundo sector más relevante en la economía española, sólo superado por el sector de la construcción.
Sin embargo, el buen ritmo de crecimiento de la economía digital no debe hacernos perder de vista el camino que queda por recorrer: en Adigital consideramos que la economía digital española debería alcanzar el 40% del PIB en 2030 para construir una sociedad más próspera, con mayores oportunidades e igualdad social, y garantizar, al mismo tiempo, un modelo productivo competitivo y resiliente, capaz de adaptarse al ritmo constante de la innovación. Más aún, en un entorno de gran inestabilidad geopolítica como el actual.
Bajo estas premisas se articula OUTTHINK 2030, el espacio de pensamiento y diálogo que Adigital organiza el 21 de septiembre en Madrid, bajo el lema “El reto de transformar el país a través de una digitalización humana y sostenible”. Se trata del gran evento anual de la economía digital en España, que finalizará con la Gala de Premios Adigital. En OUTTHINK 2030 reflexionaremos sobre los desafíos y oportunidades de España como nación emprendedora, el futuro del trabajo, el liderazgo en infraestructuras digitales, la transición a un nuevo modelo productivo, el empoderamiento de una ciudadanía digitalizada y el papel de los poderes públicos en este objetivo.
Digitalización de las pymes con las scale-ups modo modelo
Para lograr el reto de una digitalización del PIB al 40%, la digitalización de la pyme española es un factor clave. España ocupa el puesto número 7 de los 27 Estados de la Unión Europea en el Índice de la Economía y la Sociedad Digitales 2022 de la Comisión Europea, y el porcentaje de pymes con un nivel básico de intensidad digital y que utilizan las redes sociales es superior a la media de la UE.
No obstante, las empresas españolas siguen rezagadas en tecnologías nuevas y avanzadas como la nube o los macrodatos. Su digitalización plena es un proceso imprescindible para que puedan competir en un mercado en el que cada vez son más relevantes la eficiencia en los procesos, el análisis de datos, la experiencia de usuario y la innovación en productos y servicios.
Esta digitalización debe asentarse sobre un cambio cultural definitivo e inspirado en la capacidad de innovar y escalar de las scale-ups. España cuenta con más de 450 con alta capacidad de crecimiento, caracterizadas por su base tecnológica, cultura emprendedora e internacionalización, que están contribuyendo a situar a nuestro país en cabeza de la innovación mediante la generación de una empleabilidad cualificada e inversión.
Una parte importante de este tejido scale-up opera ya bienes y servicios innovadores hacia la pyme en modelos digitales B2B, contribuyendo así a su dinamización. Su experiencia, conocimiento del entorno digital, cultura empresarial y capacidad de innovación debería además caracterizar a la pyme española.
Impulso al talento digital
Simultáneamente, es esencial el impulso del talento digital, tanto en la generación de nuevos modelos educativos para las generaciones más jóvenes, como en el desarrollo de programas de upskilling y reskilling en el ámbito de las empresas, y para todo tipo de trabajadores.
En los últimos años, los avances tecnológicos y la digitalización han creado nuevas profesiones, y han reconvertido muchas de las existentes, generando un desajuste entre capacidades y necesidades en el mercado laboral. La falta de perfiles cualificados es uno de los retos más relevantes a la hora de contratar talento en las organizaciones, como también lo es la retención de estos profesionales.
Al mismo tiempo, es patente el distanciamiento que existe entre el contenido de los programas de estudios y los conocimientos y competencias (muchas veces relacionadas con el ámbito digital o la tecnología) que realmente se necesitan en el mercado de trabajo.
La nueva situación supone un cambio de paradigma en la formación de estudiantes y trabajadores hacia lo que se ha llamado “aprendizaje a lo largo de la vida” (lifelong learning) o “formación permanente”, es decir, la formación deja de concentrarse en una etapa concreta de la vida de las personas para convertirse en un proceso de aprendizaje continuo. Tanto instituciones educativas como empleadores y empleados deben asumir una transformación significativa para adaptarse a este nuevo paradigma.
Un momento de oportunidad para España
Nuestro territorio cuenta con una posición estratégica a nivel de conectividad, capaz de convertir a España en “país del dato” para grandes empresas tecnológicas y empresas locales de referencia en digitalización que operan globalmente. A ello se suman un “poder blando”, por la capacidad de atracción de profesionales que quieren trabajar para y desde España, y el poder económico de la lengua española en áreas como el desarrollo de la inteligencia artificial. Asimismo, los fondos NextGenerationEU y el Programa Kit Digital suponen una oportunidad sin precedentes para abordar las transformaciones necesarias.
España debe definir su propia agenda dentro de la estrategia europea, aprovechando sus características y atractivos y posicionándose como una economía abierta de mercado que incentive la inversión, fundamental para generar un ecosistema propio de empresas tecnológicas, y además generar un entorno propicio para atraer grandes proyectos en colaboración con los grandes líderes a nivel global. A ello deberán contribuir también la celebración de la Conferencia de Economía Digital de la OCDE en Canarias en diciembre de 2022 y los trabajos preparatorios para la presidencia española del Consejo de la Unión Europea, que comenzará el 1 de julio de 2023.
En este proceso, en Adigital consideramos imprescindible una colaboración continuada y basada en la confianza mutua entre la Administración Pública, la sociedad civil y el sector privado. Tenemos la gran oportunidad, como país, de iniciar un cambio cultural, asimilando la digitalización como una herramienta para el empoderamiento social y empresarial y no como una imposición. Es necesario recordar la importancia de no dejar a nadie atrás en el proceso, la digitalización debe adecuarse al ritmo de las empresas más pequeñas y acompañarlas con la formación necesaria para generar una nueva cultura empresarial.
La digitalización debe generar una mayor igualdad, y debe ser humana y sostenible. Sobre todo ello reflexionaremos en OUTTHINK 2030.